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Tendencias de la congestión aeroportuaria

Vicente Padilla

Vicente Padilla

AERTEC / CEO & Founder

 

Algunos de los aeropuertos con más tráfico de Europa ya funcionan a plena capacidad. Por desgracia, la congestión de los aeropuertos es hoy en día una tendencia global. Es más, se está convirtiendo en uno de los principales impedimentos para el desarrollo del transporte aéreo. De acuerdo con Eurocontrol, sólo en Europa veinte aeropuertos alcanzarán su máxima capacidad en 2035.

Las líneas aéreas disminuyen la oferta de rutas de conexión difícil en favor de aquellas rutas con una elevada demanda de punto a punto.

Hace poco leí un artículo (1) donde se resumen las claves de un estudio acerca de cómo responden las líneas aéreas a la congestión en los aeropuertos. Una de las conclusiones obvias de este estudio es que la congestión de los aeropuertos resulta un lastre para el crecimiento de pasajeros y provoca que los pasajeros potenciales vuelen hacia y desde otros aeropuertos diferentes.

Por ejemplo, veamos el caso de London-Heathrow. La capacidad de este aeropuerto ha alcanzado un tope de unos 480.000 movimientos de aeronaves al año. En consecuencia, muchas líneas aéreas (y sus pasajeros) vuelan a otros aeropuertos. Los pasajeros «perdidos» que viajan a la zona eligen otros aeropuertos cercanos no tan congestionados, como ocurre con Gatwick, Stansted o Luton. En el caso de los pasajeros en tránsito internacional, viajan hasta su destino final a través de otro hub intercontinental. Inevitablemente, aeropuertos como el de Ámsterdam, Frankfurt, Paris Charles-de-Gaulle e incluso Madrid están recogiendo el botín generado por la incapacidad de Heathrow para convencer a la región de la urgente necesidad de expansión.

Sin embargo, una de las conclusiones del estudio mencionado (1) que me resultó especialmente interesante es que disminuye la conectividad de las redes. De acuerdo con dicho estudio, a medida que aumenta la congestión de los aeropuertos, las líneas aéreas tienden a aumentar la frecuencia de los vuelos de las rutas existentes. Por ejemplo, aumentando el número de vuelos de Roma a Heathrow en lugar de ofrecer nuevos destinos. En otras palabras, la congestión provoca que las líneas aéreas ofrezcan más vuelos a menos destinos. Si se piensa con detenimiento, tiene sentido: «las líneas aéreas disminuyen la oferta de rutas de conexión difícil en favor de aquellas rutas con una elevada demanda de punto a punto, ya que éstas resultan más rentables«.

Se trata de una conclusión muy interesante, ya que ofrece una oportunidad comercial para la competencia con capacidad disponible. Los aeropuertos cercanos pueden ofrecer la conectividad que exige la región y que el aeropuerto congestionado no puede cubrir. Los hub competidores también pueden aumentar su oferta a nuevos destinos gracias a la captación de los pasajeros que no pueden volar a través del aeropuerto congestionado. La competencia de los aeropuertos es real y los comerciales no perderán el tiempo y explotarán las carencias de otros para hurtar los pasajeros de las rutas «abandonadas».

Los responsables del desarrollo aeroportuario deberían tener esto en mente. Se estima que los aeropuertos pueden generar entre 2.000 y 4.000 puestos de trabajo por cada millón de pasajeros. En el mismo estudio(1) se indica que, si no tuviera limitada su capacidad, el aeropuerto de Heathrow podría gestionar 15 millones de pasajeros más. Haga usted mismo las cuentas.

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(1) Gridlock on the ground: How airlines can respond to airport congestion. (Atasco sobre el terreno: cómo pueden responder las líneas aéreas a la congestión de los aeropuertos.) Autores: Jaap Bouwer, Dominic Maxwell y Steve Saxon. Agosto de 2015

 

 

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