Skip to content

Usos civiles de los drones

Manuel Castellanos

Manuel Castellanos

AERTEC / Aerospace Industry

 

Uno de los campos destacables de la moda aeronáutica de hoy día es, sin duda, el de los drones. Estos aparatos se han desarrollado se forma progresiva desde la I Guerra Mundial hasta la actualidad, aunque es ahora cuando parece que son y serán usados para mucho más que espiar al enemigo.

En España, desde que se aprobó el primer Real Decreto para regular el uso de los drones en 2014, se ha ido incrementando el número de operadores y pilotos registrados en la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA) hasta el punto de homologar cursos y másteres universitarios ofertando licencias para volar drones con las limitaciones que exige la legislación vigente, tales como no permitir el vuelo sobre zonas urbanas, aglomeraciones de personas o de noche, aunque se espera una nueva normativa que regule y condicione algunas de estas restricciones.

La evolución no se detiene y los drones serán con toda seguridad parte de nuestras vidas.

Cualquier persona puede comprar un dron en la sección de juguetes de las tiendas. Existe una amplia variedad de formas, tamaños, configuraciones y características.

La practicidad de estos vehículos aéreos no tripulados (VANT o UAV, por sus siglas en inglés) se pretende poner a prueba con multitud de utilidades. Una de las aplicaciones que está comenzando a probarse es la de transporte y entrega de paquetes. CORREOS acoge favorablemente esta idea y ya ha realizado algunas pruebas en nuestro país. En EE.UU. existen varios proyectos relacionados que incluyen el reparto de comida y medicamentos con drones. Entretanto, Ruanda estudia la posibilidad de construir una base de drones para reparto de medicamentos. Adicionalmente, el gobierno británico ha permitido que AMAZON haga pruebas de reparto con drones, y en Francia y Suiza se está testando la entrega de correo vía dron, a pesar de tener que resolver aún algunas cuestiones sobre tráfico aéreo, entre otras.

Los drones pueden desplazarse rápidamente sobre un terreno irregular o de difícil acceso y superar cualquier tipo de obstáculo ofreciendo imágenes a vista de pájaro y otro tipo de información recogida por diferentes sensores.

En el sector agrícola también parece ser muy útil el uso de drones. Se han probado para explorar y recrear mapas del terreno, controlar incendios, vigilar cercados y rebaños, como medio para fumigación aérea y ayuda a la conservación (lo que incluye localización de plagas y maleza), además de algunas otras funciones.

También hay drones que son utilizados para colaborar con investigaciones arqueológicas. Otros son usados para fines geológicos recogiendo muestras en el interior de volcanes, o con motivos meteorológicos, tomando índices de temperatura y humedad para pronosticar con más exactitud las inclemencias del tiempo. Además, hay drones que se usan por razones sanitarias, como tomar muestras de polen, con el objetivo de combatir las alergias, o incluso para casos de atención sanitaria urgente, pudiendo disminuir considerablemente el tiempo de reacción e intervención de las autoridades sanitarias.

Los drones se pueden categorizar según su masa: los menores de 2 kg, los que tienen entre 2 y 25 kg, y los superiores a 25 kg.

La biología también agradece la existencia de los drones. Y es que se han usado para trazar las rutas de aves, para estudiar ballenas sin inmiscuirse en su hábitat, e incluso para vigilar las costas con el fin, por ejemplo, de prevenir y reducir incidencias con tiburones.

Los drones no dejan de ser robots, por lo que también son utilizados para las tareas peligrosas para el ser humano, permitiendo la manipulación, limpieza y estudio de materiales nocivos para la salud de las personas. En Japón, más precisamente en Fukushima, se utilizaron drones para obtener una vista precisa del interior del reactor nuclear con el objetivo de elaborar un plan de limpieza y prevención de futuras fugas.

Grandes compañías como la NASA o AIRBUS estudia la posibilidad de que los drones solares hagan algunas de las funciones de los satélites, como crear redes de internet en áreas sin cobertura. Por otro lado, algunos gobiernos utilizan drones para el control fiscal de terrenos, vigilancia fronteriza, control de tráfico y para búsqueda de personas localizando la posición de teléfonos móviles.

Ya existen drones capaces de despegar desde bajo el agua, capacidad que abre un nuevo y extenso abanico de posibilidades, como la de poder lanzarlos desde un submarino o el estudio de corrientes y especies marinas.

La utilidad comercial y quizás más popular de estos aparatos es la de capturar imágenes y vídeos en eventos. Los drones abren toda una nueva gama de posibilidades al periodismo fotográfico y a los cineastas. Aunque también el empleo de drones para ocio, bien como simple entretenimiento o bien para competir en carreras, cada día ganan en popularidad. Los drones han alcanzado la madurez necesaria para triunfar en muchos campos. Y como donde hay velocidad, hay competición, estas espectaculares carreras cada vez adquieren más adeptos.

Y aún queda mucho por delante. BOEING ha registrado una patente que permitiría la recarga de drones en pleno vuelo través de terminales de recarga suspendidos en el aire mediante un cable conectado a una fuente de alimentación en tierra. Este concepto serviría como pilar para el progreso y desarrollo de este sector. Está claro que los drones llegaron para quedarse, los usos parecen aumentar cada día de la mano de la población civil y científica. Estamos viviendo el auge de la creatividad en funciones y aplicaciones de estos aparatos, las cuales parecen realmente infinitas.

Las ventajas derivadas de la utilización de los drones son evidentes pero hasta que no se regule la normativa legal será difícil escuchar el zumbido de uno de estos aparatos dejándonos el correo, el periódico o una pizza en la puerta de casa. En cualquier caso, la evolución no se detiene y, a largo plazo y con unas bases sólidas para su uso, los drones serán con toda seguridad parte de nuestras vidas.

 

 

Share / Comparte